
Hacer la Costa Amalfitana sin coche no solo es posible: para muchos viajeros es la forma más tranquila de disfrutarla. Entre carreteras estrechas, tráfico estacional y aparcamiento limitado, moverte en bus y ferry te permite ahorrar estrés y centrarte en lo importante: pasear, comer bien, bajar al mar y quedarte donde te apetezca.
Esta ruta de 5 días está pensada con “paradas inteligentes”: agrupar pueblos cercanos, elegir una base con buenas conexiones y evitar combinaciones que, en la práctica, acaban en prisas. También incluye reglas simples de horarios para que el viaje sea realista, incluso si hay colas o retrasos.
Antes de empezar: cómo moverte sin frustrarte
Elige una base con cabeza
Para una ruta en transporte público hay dos bases especialmente prácticas:
- Salerno: cómoda si llegas en tren, con buena logística y, en temporada, ferries útiles para excursiones.
- Amalfi: central para conexiones en bus; reduce “ida y vuelta” y te deja más tiempo para pasear.
Si no te importa cambiar una vez de hotel, una combinación equilibrada es 2 noches en Salerno y 3 noches en Amalfi. Si prefieres no mover maleta, se puede hacer todo desde una sola base, asumiendo más trayectos diarios.
Ferry o bus: la regla simple
- Ferry (cuando opere y el mar lo permita): cómodo, panorámico y suele evitar atascos.
- Bus: imprescindible todo el año y necesario para pueblos sin puerto.
Piensa en el ferry como opción “cómoda” para tramos costeros y el bus como el sistema que siempre te saca del apuro.
Horarios prácticos: planifica por franjas
En la costa, los tiempos cambian por tráfico y afluencia. En vez de perseguir el minuto exacto:
- Mañana: traslados principales y visitas populares.
- Mediodía: comida y descanso (aquí se te reinicia la energía).
- Tarde: paseos, playa, miradores y planes flexibles.
- Últimas horas: evita depender de una única conexión “justa” si hay mucha gente.
Lo mínimo que conviene llevar
Calzado cómodo, agua y una capa ligera para viento o barcos. Viajar ligero se nota en escaleras y cuestas.
Día 1 — Llegada suave: Salerno y un primer pueblo fácil (Vietri o Cetara)

El primer día no está para correr. Está para aterrizar, entender la logística y empezar bonito sin complicarte.
Mañana / mediodía
- Llegada a Salerno, check-in y paseo corto para ubicarte.
- Identifica dos puntos: dónde salen los buses y dónde está el puerto (aunque solo sea para orientarte).
Tarde: dos opciones “inteligentes”
Opción A: Vietri sul Mare
Perfecta para una tarde tranquila. No requiere gran planificación: paseo, una pausa larga y vuelta.
Opción B: Cetara
Pueblo marinero pequeño, ideal para un atardecer calmado y una cena sin prisas.
Tiempo real del día
Con 2–4 horas de salida de tarde (entre ida, paseo y vuelta) es suficiente. El objetivo es dormir bien para empezar temprano mañana.
Día 2 — Amalfi y Atrani: corazón de la costa sin prisas
Mañana: traslado y primera caminata
Sal temprano hacia Amalfi. Si hay ferry disponible, suele ser más cómodo; si vas en bus, asume variación por tráfico y posible saturación.
Al llegar, dedica un rato a caminar sin objetivo para ubicarte: paseo marítimo, calles principales y un par de sitios tranquilos para sentarte.
Mediodía: Amalfi con ritmo humano
Plan simple:
- Centro histórico a pie.
- Comida tranquila (no la conviertas en un trámite).
- Pausa real: terraza, sombra, vistas.
Tarde: Atrani como “extra” perfecto
Atrani está al lado y baja el volumen. Ve caminando, quédate el tiempo que te apetezca y vuelve sin prisa.
Tiempo real del día
Entre traslado, Amalfi y Atrani, es un día completo sin necesidad de añadir más.
Día 3 — Ravello: el día interior que equilibra la ruta
Mañana: subir con margen
Ve temprano. El trayecto en bus es corto, pero las colas se notan en temporada. Una vez arriba, elige pocas cosas y camina despacio.
Mediodía: Ravello para respirar
Reserva tiempo para calles tranquilas, un mirador con pausa larga y un café o comida ligera.
Tarde: regreso y plan flexible
Vuelve a tu base con margen. La tarde funciona muy bien para playa, paseo junto al mar o descanso total (sí, cuenta como plan).
Tiempo real del día
Ravello puede ocupar medio día largo aunque “parezca cerca”. Es normal: evita encadenar otro pueblo grande después.
Día 4 — Positano bien planificado: postal sí, sufrimiento no
Mañana: llegar con energía
Sal temprano hacia Positano. Si puedes usar ferry, suele ser más cómodo que el bus en días de afluencia. Si vas en bus, intenta subir donde tengas más opciones de asiento.
Mediodía: caminar Positano sin agotarte
Positano es vertical. Para disfrutarlo:
- Un recorrido principal (subir y bajar una vez).
- Una pausa larga a mitad de camino.
- Tiempo para playa o simplemente sentarte a mirar.
Tarde: Praiano (opcional) o Positano sin prisa
Si quieres una tarde más tranquila, Praiano puede encajar. Si no, quédate en Positano y cambia el objetivo: menos “lista”, más calma.
Regreso inteligente
Evita apurar la última parte de la tarde en temporada alta. Volver con margen suele ser la diferencia entre un día redondo y un final estresante.
Día 5 — Maiori y Minori: cierre relajado con caminata bonita (si te apetece)
Mañana: Maiori para bajar revoluciones
Paseo tranquilo y, si te apetece, un rato de playa. Mantén la mañana ligera.
Mediodía: Minori para comer y pasear
Minori se presta a una comida sin prisas y una caminata corta para despedirte de la costa.
Tarde: Sendero de los Limones (opcional)
Si te apetece caminar, el sendero entre Maiori y Minori es un cierre perfecto: vistas, ambiente mediterráneo y sensación de viaje vivido.
Si estás cansado o el tiempo no acompaña, cambia la caminata por una tarde de cafés y miradores, y vuelve con calma a tu base.
Plan B: qué hacer si el mar está movido o los buses van llenos

En la Costa Amalfitana, los imprevistos suelen ser logísticos, no “graves”. Lo importante es reaccionar sin perder el día.
- Si el ferry no es opción: reorganiza para que ese día sea “interior” (por ejemplo Ravello) o céntrate en una sola zona (Amalfi + Atrani) y guarda Positano para cuando el mar esté más estable.
- Si el bus va a tope: prioriza trayectos tempranos, evita horas de regreso masivo y simplifica. A veces la mejor decisión es quedarte donde estás una o dos horas más (comer, pasear, mirador) y volver cuando baje la presión.
- Si notas cansancio acumulado: convierte una tarde en descanso real. Un viaje sin coche funciona mejor cuando no intentas compensar “lo que falta”, sino cuando cuidas tu energía para el día siguiente.
Piensa en la ruta como un orden recomendado, no como una obligación: si cambias el día 3 por el 5, o intercambias Positano y Maiori, sigue funcionando.
Errores comunes al hacer la Costa Amalfitana sin coche
Meter demasiados pueblos por día
En transporte público, 3 paradas “grandes” suelen ser prisas. Mejor 1 pueblo principal + 1 extra cercano.
No pensar primero en la vuelta
La pregunta clave es “¿cómo vuelvo y con qué margen?”. En tramos populares, el regreso se complica cuando todo el mundo vuelve a la vez.
No dejar margen para cuestas y esperas
Las distancias engañan. Entre escaleras, subidas y colas, todo tarda más. Si lo asumes, el viaje se vuelve mucho más agradable.
Conclusión: la costa se disfruta cuando eliges menos y vives más
Una ruta de 5 días por la Costa Amalfitana en transporte público funciona muy bien si aceptas tres ideas: moverte temprano, agrupar por zonas y dejar tardes flexibles. Con esa base, el viaje se siente cómodo y el paisaje se saborea.
Si al terminar recuerdas momentos concretos (una terraza con vistas, un paseo lento, un atardecer sin reloj) en vez de una lista de paradas, entonces lo hiciste bien. La costa no está para exprimirla, está para caminarla a tu ritmo.